“SANGUINE: LUC TUYMANS ON BAROQUE ” EN FONDAZIONE PRADA MILÁN DEL 18.10.2018 AL 25.02.2019

Prada presenta la Exhibición “Sanguine – Luc Tuymans on Baroque” curada por Luc Tuymans, la cual abrió sus puertas al público el día de ayer en Fondazione Prada. Organizada con el MKHA (Museo de Arte Contemporáneo de Antwerp), el KMSKA (Museo de Arte de Antwerp) y la Ciudad de Antwerp, el proyecto se presentará en Milán en un nuevo y más extenso formato hasta el 25 de febrero del 2019, siguiendo de su primera presentación en la ciudad belga de junio a septiembre del 2018. Luc Tuymans ideó una intensa experiencia visual presentando más de 80 piezas y 63 artistas internacionales, incluyendo 25 de los que se exhiben exclusivamente en Fondazione Prada.  

“Sanguine” es una interpretación personal del barroco basado en innovadoras yuxtaposiciones e inesperadas asociaciones de artistas contemporáneos y maestros antiguos. Evitando un orden cronológico rígido o un acercamiento historiográfico estricto, Tuymans evade la noción tradicional del barroco e invita a los espectadores a reconsiderar el arte del siglo XVII así como, la investigación contemporánea al colocar artistas y su rol en la sociedad al centro de la narrativa de la exposición.

Basado en el análisis de Walter Benjamin, quien afirma que el barroco marcó el inicio de la modernidad, Tuymans explora la búsqueda de la autenticidad, el significado político de la representación artística, la confusión emocional generada por el arte, la celebración de la personalidad del autor y la dimensión internacional de la escena artística, reconociendo el barroco como un punto primario de referencia para el arte actual. “Sanguine” no solo empuja los límites tradicionales de la nación del barroco al extender su duración hasta el presente sino que también, demuestra cómo tras los últimos dos siglos los artistas han ayudado a redefinirlo, desde el sentido negativo atribuido al término por los críticos durante el siglo XVII,  hasta la reevaluación operada por la posmodernidad y el restablecimiento de una expresividad barroca y figurativa en el arte de los últimos años.

El título de la exhibición —una palabra que implica el color de la sangre, pero también un violento y vigoroso temperamento y una técnica pictórica— sugiere una multiplicidad de perspectivas para interpretar el trabajo exhibido, en el cual la violencia y su simulación, crueldad y dramatización, realismo y exageración, disgusto y maravilla, terror y éxtasis coexisten.

En la visión de Luc Tuymans, Caravaggio —quien es representado en la exposición por la pintura Boy
Bitten by a Lizard (1595-96) y David with the Head of Goliath  (post 1606)— fue el primero en trascender la tradición clásica y manierista gracias al realismo psicológico expresado por su innovador lenguaje pictorial; él también encarnó el espíritu del artista barroco y el deseo de comunicar con el público a través del poder de representación.

La comparación entre Caravaggio y Peter Paul Rubens, el retratista de prominentes figuras y diplomático originario de Antwerp, revela la ambigüedad formal característica de la pintura barroca y la complejidad de la relación desarrollada por artistas en Europa durante la Contrarreforma y el alza de la clase mercantil.

El arte barroco de los siglos XVII y XVIII fue el primer movimiento artístico global, aunque mantuvo las cualidades específicas de las diferentes culturas locales, así como las sensibilidades de cada uno de los artistas representadas en la exhibición de Guido Cagnacci, Andrea Vaccaro, Antoon van Dyck, Jacob Jordaens, Francisco de Zurbarán, y Johann Georg Pinsel, entre otros. En nuestro aún más globalizado e interconectado mundo; sugestiones, dinamismos y temas típicos del arte barroco, pueden identificarse en el trabajo de artistas contemporáneos, geográficamente alejados unos de otros, reunidos por Luc Tuymans en “Sanguine.”

Un sentido de corporalidad y fisicalidad desarticulada e hiperrealista, representada por diferentes formas –de la pintura a la escultura, de la fotografía al dibujo, de la instalación al video– está expresado por las obras expuestas. Parte de ellas tiene un fuerte impacto visual y emocional, como Fucking Hell (2008) de Jake y Dinos Chapman, en las que el aspecto grotesco del terror está encarnado por 60.000 soldados de juguete que practican o sufren violencia dentro de grandes vitrinas, y Nosferatu (2018), una videoinstalación de Javier Téllez que explora la memoria cinematográfica y el aislamiento de los enfermos mentales. La serie litográfica Thanatophanies (1955-95) de On Kawara, que representa los rostros deformados de las víctimas de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, expresa el horror de la guerra y en el contexto de "Sanguine", anuncia la cabeza cortada de Goliat, a la que Caravaggio prestó su propio rostro y el niño pálido en Sleeper (2007-08) de Michaël Borremans. La lamentación sobre Dead Christ (1614) de Peter Paul Rubens muestra la macabra vulnerabilidad de las víctimas, tema que también ocupa un lugar central en la instalación Flanders Fields (2000) de Berlinde De Bruyckere y en el cuadro Dead Girl (2002) de Marlene Dumas. Fragilidad y monumentalidad conviven en la escultura Il giorno mi pesa sulla notte I (1994) realizada en mármol, oro, plomo y cristal de Luciano Fabro, en la instalación Room with Unfired Clay Figures (2011-2015) de Mark Manders, así como en las obras de Cheikh Ndiaye y Diego Marcon. El exceso y el kitsch, mostrado en las esculturas de madera realizadas en 1758 por Johann Georg Pinsel, también se puede percibir en las obras expuestas de Jacques-André Boiffard, Roberto Cuoghi, Kerry James Marshall y Takashi Murakami. La belleza de las formas que esconden contenidos dramáticos o íntimos se explora en las obras de John Armleder, Lili Dujourie y Giuseppe Gabellone, pero también es evidente en la sensualidad de la moribunda Cleopatra pintada a principios del siglo XVII por Guido Cagnacci. El dinamismo de las figuras retratadas y la coexistencia de la comedia y la tragedia en la misma escena se puede encontrar en el Triunfo de David de Andrea Vaccaro (1650) y en el cuadro When the Going Is Smooth and Good (2017), de Njideka Akunyili Crosby.

Presentada en la galería Nord, Podium y Cine de Fondazione Prada, la exposición "Sanguine" incluye también obras de Nick Andrews, Carla Arocha y Stéphane Schraenen, Fred Bervoets, Adriaen Brouwer, Pavel Büchler, Vaast Colson, Thierry De Cordier, Willem de Rooij, Cornelis de Vos, Zhang Enli, Marcel Gautherot, Isa Genzken, Joris Ghekiere, David Gheron Tretiakoff, Franciscus Gijsbrechts, Pierre Huyghe, Jonathan Johnson, Zlatko Kopljar, Dominik Lejman, Ives Maes, el Maestro de la Anunciación a los Pastores, Bruce Nauman, Nadia Naveau, Vanja Radauš, Tobias Rehberger, Alex Salinas, Yutaka Sone, Henri Storck, Pascale Marthine Tayou, Paul Thek, Piotr Tolmachov, Luc Tuymans, Dennis Tyfus, Jan Van Imschoot, Jan Vercruysse, Michaelina Wautier y Jack Whitten.

La exposición va acompañada de un libro ilustrado que incluye un prólogo de los presidentes de Fondazione, Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, un prefacio de Luc Tuymans, una conversación entre Tuymans y el curador asociado Mario Mainetti, así como ensayos escritos de los eruditos Ken Pratt, Lucia Simonato y Éric Suchère.

Press Release

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Fernanda García Ramos

Senior Account Executive, Another Company

Daniela Valdes

PR Account Supervisor, Another Company

Sobre Prada

Prada fue fundada en 1913 por Mario Prada –el abuelo de Miuccia Prada– en Milan, Italia.

Localizada en la prestigiosa Galleria Vittorio Emanuele II, Prada era una exclusiva y elegante tienda de equipaje, accesorios y productos de lujo hechos con materiales finos y de manufactura refinada.

La compañía de lujo ahora fabrica productos, ropa y calzado de piel para hombre y mujer, combinando la sofisticación contemporánea y de vanguardia con artículos únicos y de manufactura sublime. Prada también opera en los sectores de eyewear, fragancias y teléfonos celulares.

La marca Prada es parte de Grupo Prada, una firma poderosa en el mercado de bienes de lujo, así como un ícono corporativo. El modelo de negocios, capaz de combinar los procesos industrializados con sofisticada manufactura a mano, alta calidad y el nivel de detalle elevado característico de la producción de artesanías, impuso un precedente en el mundo.